Tercer partido y definitivo en esta fase de grupos que ha tenido una de cal y otra de arena para la selección alemana. La gran imagen ofrecida contra Portugal quedó ensombrecida con un tropiezo ante Ghana del pasado sábado, lo que ha retrasado la clasificación para octavos. Sin embargo, las opciones de acceder a la siguiente fase siguen siendo muy altas y la Mannschaft depende de si misma para quedar primera del grupo, plaza que ya ocupa ahora por la diferencia de goles pero que Estados Unidos le amenaza. La situación del grupo G es la siguiente, Alemania primera con cuatro puntos empata con EEUU, les queda enfrentarse entre ellos para decidir el primero de grupo y quien sabe si el segundo, porque en caso de derrota, los ojos se irían a lo que suceda en el otro partido entre Portugal y Ghana. Las tablas clasificarían a germanos como líderes, y a los norteamericanos como segundos, ya que Portugal y Ghana suman un punto y no les podrían alcanzar, pero ninguno de los dos podrá especular con el resultado ya que el riesgo de quedar fuera está presente. Por eso el partido en el Arena Pernanbuco tendrá tanta trascendencia, el que gane pasará como primero y evitará a Bélgica, selección que apunta al liderato del grupo H y no se enfrentarían en octavos. El que pierda tendrá que esperar noticias de Brasilia, donde juegan los otros dos rivales del grupo.
Dichas las cábalas, Alemania se presenta en el duelo con la incógnita de saber que imagen ofrecerá, si la del primer partido o la del segundo. Contra Ghana salieron a la luz esos problemas que vienen preocupando a Joachim Löw, inconsistencia defensiva y bloqueo del rival que impiden ese juego alegre en en área de los talentosos jugadores ofensivos que dispone la Mannschaft. Miroslav Klose tuvo que aparecer en ese partido para salvar un punto, lo que le plantea al seleccionador un problema en cuanto al tipo de esquema que quiera sacar contra USA. El delantero, único rematador natural que dispone el combinado alemán, batió el récord de goles en los mundiales y se ha ganado la oportunidad de seguir incrementando su leyenda. Khedira y Boateng son dudas para el encuentro, en caso de que el defensa no pudiera recuperarse, Lahm retrasaría su posición al lugar de origen. La presencia de Khedira parece más complicada, Schweinsteiger tiene más posibilidades de jugar en esa posición aunque Kramer viene exigiendo su oportunidad. Nadie en la selección alemana piensa en la posibilidad de caer eliminados, deberían perder el partido y que Portugal o Ghana consiguieran vencer por mucha diferencia de goles.
Enfrente, la Mannschaft se las verá con un viejo conocido, Jurgen Klinsmann. El seleccionador de los Estados Unidos conoce al dedillo a su rival ya que tuvo a sus órdenes a varios de futbolistas que para esta ocasión serán rivales. Klinsmann nació en Alemania y conoce a Löw desde hace varios años, de hecho dirigieron a la selección en su Mundial de 2006, donde Alemania se quedó en semifinales al caer contra Italia. Ahora serán rivales pese a su amistad y el técnico de los norteamericanos ya ha dicho que no piensa regalar el partido ni conformarse con el empate. EEUU ha dejado muy buen sabor de boca en los dos partidos disputados, contra Portugal estuvieron rozando la victoria pero se les escapó en el último minuto. En sus filas, tres jugadores de la Bundesliga: John Brooks (Hertha), Timothy Chandler (Nürnberg) y Fabian Johnson (Hoffenheim). Además, conocidos como Jermaine Jones, ex del Schalke o Michael Bradley, del Gladbach. Así, el once que disponga EEUU no se diferenciará mucho del formado por Howard, Johnson, Cameron, Besler, Beasley, Bradley, Jones, Beckerman, Zusi, Bedoya y Dempsey. Un gran bloque que ha destacado por un estilo muy alegre de juego. Partido de grandes potencias con ambición en este Mundial que tratarán de remarcarlo con el liderato del grupo H.
Autor: @lodani7
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