Como siempre sucede en estos casos, es más fácil despedir a un entrenador que echarle las culpas a los jugadores. Pero hay aspectos importantes que condicionan el bajo estado de forma que sufre el conjunto norteño. Ruud Van Nistelrooy ha desaparecido del mapa después de los rumores que le situaban en el Real Madrid e incluso se ha caido del once inicial en algunas ocasiones, Petric no está a la altura de las circunstancias y Guerrero acusa demasiada irregularidad en su juego. Los jóvenes talentos tampoco rallan al nivel que se les supone; Eljero Elia y Jonathan Pitroipa no acaban de enchufarse, y en defensa tan solo el coreano Son y el internacional Denis Aogo cumplen las espectativas. Demasiados inconvenientes en una plantilla que aspiraba a priori a luchar por colarse entre los primeros.
Las continuas desilusiones obligaron a tomar una decisión por lo que Hoffmann le comunicó a Veh antes del partido del sábado que la temporada próxima no seguiría en el banquillo del Hamburgo. Visto lo visto, el presidente ha adelantado los acontecimientos y se ha visto obligado a actuar de inmediato. De momento será el segundo entrenador Michael Oenning quién se hará cargo del equipo, ayudado por el argentino Rodolfo Cardoso, quien dirigía al equipo regional. Así, malos tiempos se viven en la ciudad libre y hanseática, ya en una temporada marcada por la inestabilidad institucional y el desencanto de la afición con todos los movimientos directivos que se han llevado a cabo en los últimos meses. Si a todo esto se le añaden malos resultados, la solución en el futbol parece marcada: Armin Veh a la calle.
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