Como solo un maquiavélico guionista puede resolver este tipo de historias, al menos, si eres aficionado del Karlsruher, porque si lo eres del HSV, te parecerá que el sufrimiento merece la pena. La relegation no pudo ser más emocionante y acaba dejando al Hamburgo en la élite, un año más, el histórico club norteño se aferra al "hasta el rabo todo es toro". Porque el gol de Marcelo Díaz que forzaba la prórroga llegó sobre la bocina, cuando el Karlsruher ya se veía en la Bundesliga, truncando el sueño del Wildparkstadion. Ya se pudo comprobar en el Imtech Arena que ninguno de los dos conjuntos iba de farol. El KSC tiró de ilusión y de factor anímico favorable para ofrecer un juego vistoso, alegre por momentos. La dubitativa defensa del HSV, pero mayor pegada, hicieron que la primera parte tuviera mucho ritmo, llegadas que si bien no fueron claras, si pusieron el susto en las aficiones.
Todo lo bueno quedaba reservado para una segunda parte épica donde ambos tuvieron el sueño entre las manos. En el minuto 78, la asociación Hennings-Yabo dio sus frutos con un gran gol que desataba la euforia de la hinchada local. Pero nunca se puede subestimar al perro viejo, el objetivo del Hamburgo no cambiaba tanto, seguía necesitando un gol que forzará la prórroga. I fue atravesando en minuto 90 cuando lo obtuvieron. Falta en la frontal del área, justo en la media luna con opción a cualquier lanzamiento. La responsabilidad se la quedó el chileno Marcelo Díaz que no la desaprovechó, golazo directo que dejó helado a Orlishausen, incapaz de reaccionar. El enorme despliegue policial que cubría los numerosos aficionados del HSV no impidió la celebración desatada. Tocaba media hora más de sufrimiento para decidir quien jugaría en Bundesliga.
(sportschau)
A la prórroga llegó el HSV con más moral y el Karlsruher pagó el enorme esfuerzo. La veteranía es un grado y en momentos de tanta tensión es donde se hace valer. Los de Labbadia controlaban el juego y el balón buscando evitar llegar a los penaltis. El peligro rondaba constantemente el área local y los cambios se hacían notar, Cleber Reis y Nicolai Müller se veían más frescos y eso fue fundamental en el gol que llegó en el 115. La jugada del brasileño la remató a placer Müller que se coló en el área como Pedro por su casa. Un 1-2 que se celebró como si de un título se tratara, y no es para menos, el seguir con 128 años de historia en primera línea del fútbol alemán vale su peso en oro y Nicolai no dudó en celebrarlo con los aficionados del HSV. El dinosaurio sabe sufrir y por ello se quedará en primera. Enhorabuena HSV y ánimo al Karlsruher por su fantástica temporada en 2.Bundesliga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario