Llegó en tiempo de prórroga, apareció de la nada y volvió a marcar un gol que daba un título, recordando la final de hace un año en Wembley. Luego Müller solo tuvo que rematar lo que el holandés había abierto. Eso fue a grandes rasgos lo más importante de una final donde se esperaba mucho más espectáculo. Pero este solo apareció en tras 107 minutos de juego espeso y aburrido. El Bayern se hace así con su 17ª copa alemana, la segunda consecutiva y poner otro título a la temporada. Doblete que endulza un final amargo tras la decepción en Champions. Las aficiones no fallaron y llenaron con 76.000 personas el Olympiastadion de Berlín.Guardiola sorprendió con algunos jugadores en su once: Neuer, Rafinha, Dante, Boateng, Lahm, Javi Martínez, Hojbjerg, Kroos, Robben, Götze y Müller. Klopp si fue más fiel al once habitual y puso en el césped a Weidenfeller, Schmelzer, Hummels, Sokratis, Piszczek, Sahic, Jojic, Grosskreutz, Reus, Mhkitaryan y Lewandowski. Con tanto jugador bueno, nadie esperaba que nos ofrecieran un espectáculo tan anodino durante los 90 minutos. El Bayern no pudo dominar la posesión como le gusta. El dominio fue alternado en tramos para cada uno, pero sin generar ocasiones claras en la primera parte.
Muchas imprecisiones en la defensa de ambos y los atacantes en juego. Por si fuera poco, el partido tuvo una mala noticia y fue la lesión de Philip Lahm a la media hora, el jugador tuvo que ceder su sitio a Frank Ribery y obligó a una recomposición del esquema táctico. Al descanso se llegó con sabor a nada, ya que ni uno ni otro parecían querer ganar la DFB. El BVB salió con más riesgo en la segunda mitad, adelantó la línea y se creyó que le podía hacer daño al campeón de la Bundesliga. Eso también provocó que el Bayern la tuviera en una ocasión de Müller que Weidenfeller respondió con acierto. La jugada polémica llegó en el minuto 63, Hummles remata en posible fuera de juego que Meyer no consideró y Dante saca el balón sobre la línea, la hinchada amarilla y los jugadores reclamaron gol, pero no subió al marcador. En el 72, disparo de Kirch que repelió Neuer como pudo, las avispas apretaban más y el Bayern se defendía intentando salir a la contra. Así hasta el minuto 90 y con máxima igualdad, pero sin un juego brillante que se mantuvo en la prórroga.
Solo los aficionados de los dos conjuntos animaban el show. Hasta que llegó la prórroga y los goles, no en los primeros 15 adiciones que siguieron el mismo ritmo lento, pero si en la segunda parte cuando todos daban por hecho que se llegaría a los penaltis. El Bayern tiró de pólvora y asestó la cuchillada a su rival ya cansado. En el minuto 107, centro de Boateng que se pasea por la defensa y de repente aparece Robben para hacer recordar la final de Londres. El holandés no remató bien, pero si fuerte y Weidenfeller no pudo rechazar el balón que acabó introduciéndose en la portería y desatando la alegría de los aficionados bávaros. El gol hizo mucho daño por el minuto en el que llegó, aun sí la tuvo Reus para empatar en un disparo que rozó lo justo en Dante para salir por arriba del arco de Neuer. Con el equipo volcado en ataque llegó la puntilla a la contra, Pizarro se elaboró la jugada y espero el desmarque de Müller que con sangre fría se deshizo de Weidenfeller y anotó el gol que ya daba la DFB Pokal a su equipo. La final no pasará a la historia por su brillantez, pero si por como el Bayern supo aguardar el momento justo para demostrar su pegada y hacerse con el doblete en el primer año de Guardiola. Felicidades campeón!
Autor: @lodani7
Síguenos en @PelotasAlemania / @2BundesligaPEA
No hay comentarios:
Publicar un comentario