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domingo, 26 de mayo de 2013

Europa corona al Bayern



Lahm se la arrancó de las manos a Platini. Robben no paró de besarla. Schweinsteiger la golpeó con fuerza. Ribéry se la colocó en la cabeza, y Heynckes simplemente la enseñó a la grada, como broche final a su etapa en la capital de Baviera.

El Bayern de Múnich es el mejor equipo de Europa y como tal se coronó anoche en Wembley, tras vencer por 1-2 a un Borussia pasional y descarado. La ansiada Liga de Campeones que los bávaros solo pudieron observar en las finales de 2010 y 2012, fue alzada anoche al cielo de Londres.

Tuvo que sudar el Bayern en una de las finales más verticales de los últimos años. El Borussia se plantó en Wembley sin presión. Klopp se había encargado a lo largo de la semana de vaciar la tensión a los suyos. La osadía del Dortmund hiló fino en los primeros minutos ante dos aficiones entregadas. Gündogan y Bender comandaron primero la medular, y volcaron balones a Gosskreutz y Reus para ganar metros al Bayern. El sostén defensivo sureño comenzó dubitativo. Lewandowski buscó perforar desde la distancia con un cañonazo que Neuer atajó en pleno vuelo.

El polaco se convirtió en una pesadilla para Boateng y Dante, acompañado de las internadas de Reus y Blaszczykowski. Kuba tuvo la segunda gran ocasión tras un pase de su compatriota Piszczek desde la derecha. Neuer volvió a salvar al Bayern con una parada abajo. El meta también mostró seguridad en los innumerables saques de esquina que forzó el Borussia en la primera mitad.

Javi Martínez brilló en el trabajo de equilibrio durante los exuberantes minutos del Borussia. Recuperó balones y les dio salida, lo que facilitó la reacción del Bayern.

Los bávaros comenzaron a sacudirse la presión alta del Dortmund con balones largos al espacio que encontraban receptor en Mandzukic, excelente jugador aéreo. El croata rozó el 0-1 cabeceando un centro de Alaba desde la izquierda que Weidenfeller paró a mano cambiada.

El portero del Borussia relevó el protagonismo de Neuer ante Robben. El holandés inició un festival de internadas en el área que acabaron sin resultado por el excelente trabajo de Roman. Los fantasmas de las finales volvían a la cabeza de Arjen, que erró dos clarísimos mano a mano antes del descanso.

Iniciado el segundo periodo Weidenfeller continuó frustrando las ocasiones del Bayern. Mandzukic se topó con el meta en un saque de esquina que peinó Martínez. Pero a media hora del final el nueve del Bayern rompió el partido y llevó el clímax al ala bávara de Wembley. Ribéry inició la jugada asociándose con Robben en la izquierda, que ganó línea de fondo y adelantó la posición de Weidenfeller. Arjen vio la llegada de Mandzukic y le filtró un pase de la muerte que Mario solo tuvo que empujar.

El 1-0 convirtió el partido en una lluvia de golpes. El Borussia echó el resto arriba. Siete minutos después del gol del Bayern Dante derribó con la rodilla a Reus en el área. Gündogan convirtió el penalti e hizo explotar a la hinchada del Borussia.

Con el 1-1 la final ganó en raza y épica. Ante la carga física se impuso el corazón de ambos conjuntos. Subotic salvó bajo palos el segundo del Bayern tras un error de Roman Weidenfeller que dejó a Müller a puerta vacía. Klopp celebró la acción como si de un gol se tratase. El Bayern explotó el vació táctico que dejaban con frecuencia Subotic y Hummels en el carril central.

Los de Heynckes llegaron más fuertes a los minutos finales. Alaba y Schweinsteiger probaron desde lejos sin éxito. El Borussia montó dos contragolpes casi letales que sembraron el pánico en el Bayern.

En el 89 Robben alcanzó la gloria y enterró fantasmas. El extremo se aprovechó de un balón largo de Boateng que Ribéry cedió de tacón. Arjen controló con maestría y batió a Weidenfeller con un toque sutil. En la celebración se desató la euforia. Esta vez era el Bayern el que golpeaba en los últimos instantes de una final, y el que se cobraba cuentas pendientes con el fútbol.

El final llegó en plena lucha por el balón entre Lewandowski y Martínez, fiel reflejo de la tónica de un partido histórico. El Bayern levantó su quinta orejona, que le sitúa a la altura del Liverpool en el tercer escalón del fútbol continental, tras Real Madrid y Milan. Los jugadores bávaros aplaudieron a sus rivales, y éstos se plantaron ante su afición para agradecer el incondicional apoyo, dejando una imagen para el recuerdo, que representa los valores de un club tan tradicional como gigante.

Anoche el fútbol alemán se coronó junto al Bayern, dejando juego y gestos para el recuerdo. Europa se viste de rojo para premiar con el dulce sabor de la victoria al mejor equipo del continente, en una temporada colosal.


Andrés Porcel García (@AndyPorcel)


1 comentario:

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