No es nada agradable, y menos para un club con tanta solera como el Bayern, el perder una final. Pero esa sensación es aún más demoníaca si lo has hecho dos veces en tan poco tiempo. La de Madrid dolió, cuando el Inter de Mourinho impuso mayor disciplina táctica. Pero la de hace un año fue tremendamente dolorosa, una final que no se olvida ya que el Chelsea ganó realizando un único disparo y en el Allianz. Por si fuera poco, el Bayern puede conquistar su quinta liga de campeones en la ciudad del equipo que se la arrebató de las manos. Todo lo pasado, deberá aparcarse, las emociones estarán controladas y los argumentos ya los han dado esta campaña. El Bayern es el equipo más en forma del mundo y no es una opinión personal, sino lo dicen las cifras. Ganaron la Bundesliga a inicios de Abril y la han terminado con un margen autoritario, sacándole 25 puntos a su rival en la Traumfinale. Hablar de jugadores concretos es complicado, Heynckes ha confeccionado un bloque donde todo funciona de forma eficiente.
Los suplentes apenas han diferido de los títulares, y jugadores de los que se esperaban pocos minutos se lo han puesto muy difícil a su entrenador. Dante ha destacado en la zaga y ha permitido que la ausencia de Badstuber no se notara. Pero si un jugador ha vuelto con más fuerza que nunca es Bastian Schweinsteiger. El centrocampista no estuvo a su mejor nivel la pasada temporada, pero en esta ha sido el auténtico jefe de la medular con la compañía del novato Javi Martínez, cuya primera experiencia en el Bayern ha sido más que notable. En ataque sobra la pólvora, Mario Gómez jugó en el precedente liguero y anotó el gol, pero Mandzukic ha sido el máximo realizador de la temporada y parece una temeridad que se quede fuera del once titular. El camino del Bayern a Wembley tuvo algunos momentos críticos, en especial la vuelta en octavos contra el Arsenal. El Bayern traía una ventaja de 1-3 y lo que parecía un trámite se convirtió en un susto que les pudo costar caro, los gunners vencieron 0-2 y se quedaron a un gol de eliminar a los bávaros. Contra la Juventus, el campeón italiano, no dio la más mínima posibilidad, se impuso 2-0 en el Allianz y 0-2 en Turín.
Los bávaros enseñaban contra los bianconeros su potencial, pero nadie esperaba lo que sucedería en las semifinales contra el FC Barcelona. Los de Tito Vilanova se encontraron con un tornado y no pudieron toserle a un Bayern que acabó la eliminatoria con un parcial de 7-0 que aún pudo ser mayor. Londres abría las puertas para una final donde la hinchada muniquesa confía de una vez en acabar contenta. En palabras del propio Jupp Heynckes, la motivación es enorme, pero Matthias Sammer, director deportivo, ya se han encargado de gestionar la emoción para que no ocurra lo mismo que en 2010 y 2012. Lo han demostrado toda la temporada, son el mejor equipo de Europa en números, pero BVB no le regalará nada. En el bando bávaro son conscientes de que si un rival les puede hacer daño, ese es el conjunto de Klopp. El Bayern se ve capaz de todo, pero tras las dos experiencias duras de las anteriores finales, acudirán escarmentados como afirma Robben. No hay dos sin tres, favoritismo rojo, pero una final extraordinaria contra el mejor rival posible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario