Los de Schmidt por su parte llegaban a éste choque crucial con demasiadas dudas. Las últimas actuaciones ligueras despertaron el peor de los presagios en su afición que observaba atónita cómo se escapaban unos puntos detrás de otros. Primero fue en casa el día de carnaval, cuando llegaba al Bay Arena un Wolfsburg en auge y tras una primera parte espantosa el equipo consiguió empatar a 4, pero en el minuto 94 Bas Dost destruyó la moral aspirina. Después sería en el importantísimo duelo en Augsburg, donde a duras penas llegamos con 1-2 favorable al descuento, cuando Hitz, el portero del Augsburg nos empataba con un gol realmente ridículo que no hizo más que rebajar la confianza en el conjunto de Schmidt.
Y con todo ésto el marcador del Bay Arena marcó las 20:45 del 25 de Feberero y en toda la ciudad de Leverkusen se escuchó esa melodía de los ángeles que trae al recuerdo la figura de los futbolistas más míticos de la historia.
El balón comenzó a rodar y desde el primer minuto pudimos ver al Leverkusen de siempre, un equipo atrevido, veloz e intenso con unas presiones en tres cuartos realmente duras.
El Atleti esperaba ir cogiendo las riendas del encuentro con el paso de los minutos pero se encontraron con un equipo más sólido que de costumbre, más maduro y muy, muy concentrado.
El paso del tiempo fue dejando las primeras ocasiones, jugadas rápidas de ataque lideradas por Çalhanoglu que buscaba la espalda de la zaga colchonera para que esos cuchillos llamados Son, Bellarabi y Drmic buscasen las cosquillas a una de las mejores defensas de Europa con su endiablada velocidad.
Así llegaron unas ocasiones en las que Bellarabi no estuvo muy acertado y la defensa Atlética supo rehacerse.
Seguía avanzando el partido y el dominio del Leverkusen cada vez era más claro, incluso pudimos ver muchas jugadas combinativas y algo casi insólito ésta temporada, largas posesiones de los de Schmidt.
Con ésta situación llegaría una de las jugadas más impactantes del partido, Emir Spahic soltaba un trallazo espectacular desde unos 35-40 metros que sacudió la escuadra de la portería defendida por Moyá.
El Atlético aprovechaba sus escasas posesiones en campo rival para buscar a Griezmann, un jugador que llegaba al Bay Arena muy enchufado, pero realmente se encontró muy solo en ataque el francés.
Es cierto y hay que destacar lo siguiente, el Atlético sin generar nada de juego tuvo dos ocasiones bastante claras que pudieron cambiar bastante las tornas de la eliminatoria, ya saben la importancia del gol fuera de casa. La primera gran oportunidad sería un balón aéreo que Leno atajaba a duras penas con una gran intervención y la segunda un remate brutal de Tiago abajo que Bernd Leno defendía con una estirada de la que ya se dice que podría ser la mejor parada de ésta edición de la Champions.
Así llegábamos al descanso, con un Atlético que ya había gastado dos de sus cambios por lesiones de Saúl y Siqueira y un Bayer que dominaba pero que a diferencia de otras veces no materializaba.
La segunda mitad comenzó con más de lo mismo, admirable el empuje del equipo de Schmidt que buscaba el gol con una insistencia genial.
Poco tardaría en llegar ese ansiado gol, en el minuto 56 una enorme jugada a la contra de Bellarabi traería consigo el 1-0. Kimo Bellarabi avanzaba cerca de la frontal con su habitual velocidad cuando un defensor Atlético se le cruza en su camino y éste responde tirándole un gorro magistral, pese a eso la zaga colchonera se repliega rápido y Kimo debe esperar alguna ayuda. Esa ayuda llegó ¡Y de que forma llegó! Hakan Çalhanoglu tiró el desmarque a la espalda de Bellarabi y éste le cede el balón con un tacón magistral, a partir de ahí magia turca, Hakan se acomodó el balón con un control exquisito de ambas piernas y puso el balón lejos del alcance de Moyá con una potencia extraordinaria.
Con 1-0 tocaba ser inteligentes y agarrar atrás, mantener la portería a cero, ese reto tan difícil y codiciado que tienen los locales en Champions League. Ésto tratándose del Leverkusen era aún más complicado, un equipo muy inmaduro y alocado que recibe demasiados goles, pero ésta vez todo fue diferente, los chicos tomaron conciencia de lo que es la Champions League y supieron seguir empujando pero con cabeza. En este sentido Papadopoulos tuvo la calma que otras veces no tiene y Emir Spahic demostró su veteranía, enorme la pareja de centrales ayer.
El Bayer siguió atacando y el 2-0 pudo llegar en varias contras relativamente sencillas, sobre todo una de Josip Drmic que tras irse magistralmente de la defensa Atlética no supo definir.
La mala noticia fueron las amarillas para Lars Bender y Papadopoulos, dos jugadores que deberán andarse con cuidado en la vuelta (también recibió amarilla Kiessling, pero por su posición, es menos destacable).
El partido se fue calentando y ésto trajo consigo varias trifulcas y un empujón final del Atlético que nos pudo costar caro. En una de éstas trifulcas, Tiago fue expulsado, pero realmente el partido no varió en exceso, aunque es cierto que esto facilitó al Bayer mantener la pelota en posesiones más largas.
El resto del partido fueron balones colgados al área aspirina que la zaga sacó sin relativos problemas y algún intento de contra de los locales.
Así llegamos al final del encuentro, con un resultado que todos hubiésemos firmado a priori pero que tras ver la superioridad de los de Schmidt en el partido nos deja con un sabor de boca agridulce y la sensación de que el Atlético se va de Alemania muy vivo, sobre todo eso... ¡¡¡Vivos!!!
Enorme partido de todos los jugadores, partidazo en equipo. Bernd Leno salvó con varias paradas espectaculares, Hilbert fue clave en la circulación del balón y defendió como casi nunca hace, Papa y Spahic fueron dos muros y Wendell muy seguro en defensa y ayudando mucho al ataque. Lars como siempre, un eje fundamental, Çalhanoglu...en fin, que decir de Hakan que no sepamos, que jugador por dios, que jugador. Castro tremendo filtrando pases a la espalda de la defensa colchonera, brutal partido de Gonzalo. Son y Bellarabi fueron los mismos cuchillos de siempre, son fundamentales, aunque quizá estuvieron un poquito imprecisos. Y para terminar el suizo Drmic cuajó un gran partido que despertó la ovación del Bay Arena, inició la jugada del gol y pudo sentenciar después, gran partido.
Destacar también la actitud de la afición del Leverkusen que llevó en bolandas al equipo, que agradable es ver el Bay Arena a rebosar.
Ahora toca seguir luchando y sentenciar ésto en la vuelta, el martes 17 de Marzo en el Estadio Vicente Calderón de Madrid.
#StärkeBayer
Autor: Alberto Cebollero Ramírez
Twitter: @AlbertoB04L
No hay comentarios:
Publicar un comentario