No es poco lo que había en juego en Frankfurt. Alemania, después de algún tropiezo precisamente contra su rival de hoy, necesitaba vencer para alzarse con el liderato del grupo D y ahorrarse repescas innecesarias. Si bien es cierto que aun nada está decidido, el golpe sobre la mesa es significativo. La transición no va mal encaminada, las dudas van desapareciendo y aunque todavía quedan flecos, esta Mannschaft ya se parece más al equipo que todos los alemanes desean ver. No faltó el ambiente en el Commerzbank Arena, con muchos polacos en las gradas, se rozaron los 50.000 espectadores en el coliseo del Eintracht. Un partido con aroma a derbi centroeuropeo, pero con solo una cosa en lamente, la victoria. Löw decidió alinear para la batalla a Neuer, Hector, Hummels, Boateng y Can en defensa, Kroos y Schweinsteiger ejerciendo de pivotes, con Bellarabi, Özil, Müller y Götze en la tarea ofensiva.
La figura del rematador parece obsoleta del esquema del seleccionador germano, ya que ni en el banquillo había un killer a la antigua. No se echó en falta tampoco en los primeros minutos, la maquinaría estaba bien engrasada. Bellarabi volvió a ser uno de los destacados, la banda izquierda estuvo muy bien cubierta y de sus botas nació la primera ocasión y el gol en el minuto 12. Toda una obra de arte al juego asociativo, Kroos, Hector, Özil, Bellarabi y Müller culminando un gol precioso, los polacos solo pudieron mirar el balón. Pero si bonito fue el 1-0, no se quedó atrás el 2-0 de Götze en el minuto 19, después de que Grosicki perdonara el empate. Otra jugada maravillosa de paciencia y toque que Mario finalizó con maestría.
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Alemania jugaba muy bien al fútbol, pero entraron los nervios cuando Lewandowski logró conectar un buen centro de Grosicki en el 37' y poner un inquietante 2-1 con el que se llegó al descanso. La segunda parte se presumía sufrida, Alemania se adjudicó el balón buscando un tercer gol, pero se hacía esperar. Los minutos pasaban y el 2-1 no se movía, dejando el miedo a un posible empate, aunque Götze, al palo, Gündogan, Müller y Hummels pudieron ampliar la diferencia en ocasiones clarísimas. Tuvo que ser Götze quien repitiera en el 82, atento al rechace de Fabianski a disparo de Müller. Llegaba la tranquilidad, los puntos se quedaban en casa y Alemania se pone con 16 puntos. El Lunes, otra cita importante en Hampden Park, toca reafirmar el liderato en Escocia.
Sin duda alguna Alemania hace tiempo que cogió el testigo de aquella España con falso nueve, que tanto dio que hablar.
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