Sevilla FC 3 - 0 Borussia Mönchengladbach
La mala situación en Liga de los dos conjuntos hacía que se viera en este estreno Champions la ocasión ideal para inyectar optimismo, pero al Gladbach más bien le supone todo lo contrario. El arranque de partido fue explosivo, con dos ocasiones muy calaras para cada conjunto. Primero fueron los sevillistas que la tuvieron por partida doble, Vitolo desde la frontal estrelló el balón en el palo y en segunda jugada, Reyes no acertó entre los tres palos con toda la portería para él. La réplica del Gladbach no se hizo esperar y Jantschke a punto estuvo de marcar en un balón colgado desde la banda derecha. El Sevilla insistió más en busca del gol, Gameiro muy activo y Reyes incordiaban la zaga fohlen sin éxito mientras que los de Favre aguardaban arropados buscando alguna contra. La segunda parte si empezó sonriendo a los andaluces, un dudoso penalti de Sommer a Vitolo lo castigó Gameiro ajustando al palo, 1-0 en el 47. Sin tiempo para reaccionar, otra vez Vitolo forzaba un penalti, esta vez a Brouwers y bastante más claro, pero Gameiro no tuvo tanta suerte y mandó el balón al palo. Una luz de esperanza a la posible remontada se abría y Raffael avisó con un disparo que se fue fuera. Pero otro penalti, esta vez de Jantschke a Gameiro si lo pudo transformar Banega en el 2-0 a los 66 minutos. El 3-0 solo hizo que reafirmar la mala noche del Gladbach, Konoplyanka hizo un centro-chut que Sommer no logró despejar.
(Bild)
VfL Wolfsburg 1- 0 CSKA
Que importante era vencer hoy en la vuelta a la Champions seis años después, y precisamente contra el mismo rival que lo hiciera en aquella ocasión. Consciente Hecking de lo mucho que había en juego, no reservó nada y sacó a Kruse y Dost en ataque, además de Caligiuri como pivote más creativo. Pronto se vio quien asumía el rol de dominador, el Wolfsburg cocinó el gol a fuego lento, jugando por bandas y moviendo el balón con paciencia. El CSKA tampoco renunció al partido y con la velocidad de Musa al contragolpe generó incertidumbre en un par de ocasiones. La insistencia del Wolfsburg acabaría teniendo premio cuando quedaba muy poco para llegar al descanso. Max Kruse se convirtió en asistente del gol, Julian Draxler apareció de rematador y se encontró con un omnipresente Akinfeev que a la primera pudo parar el balón, pero no a la segunda. No había mejor momento para que el ex del Schalke se estrenara con su nueva camiseta. La segunda parte bajó el ritmo, también a conciencia de un Wolfsburg que no quería sustos sabiendo d ela peligrosidad del CSKA, mucho más rodado en competición. A balón parado llegaba el peligro moscovita, pero sin ser suficiente para que Benaglio requiriese de grandes paradas. Valió el solitario gol de Draxler y Allofs lo celebró con Hecking de manera efusiva, conscientes de que este triunfo es vital ya que el CSKA se presume como el rival por esa segunda plaza. La próxima cita será en todo un templo del fútbol mundial, Old Trafford.
(Bild)
No hay comentarios:
Publicar un comentario