El Hannover está más cerca del objetivo tras una increíble remontada en Dinamarca. Los chicos de Slomka tenían una complicada visita al Parken Stadion de Copenhague, pero los cerca de 3.000 aficionados que acompañaron al equipo dieron fuerzas durante el choque y ayudaron a empujar al equipo a los dieciseisavos de final. El encuentro tenía tintes de final y así se mostró durante una primera parte con mucho respeto entre ambos. La segunda mitad fue totalmente distinta, con las líneas más abiertas y la conciencia de los dos equipos en lo que se jugaban. Los daneses anotaron primero en unos diez minutos locos, un mal rechazo en un saque de esquina permitió al senegalés N’ Doye batir a Zieler. Pero la respuesta de los alemanes fue inmediata, un centro de Chahed desde la banda derecha lo peinó Adbellaoue para la llegada desde atrás de Schlaudraff, quien de volea ponía las tablas. El Hannover se vino arriba y Schmiedebach lanzó dos minutos después un zambombazo al travesaño. Era el aviso de que el gol estaba cerca, en la siguiente jugada de ataque, Lars Stindl recibe un balón lejano, se deshace del defensa con un sombrero y bate de volea a Wiland. Dos golazos y una victoria fundamental para el Hannover que empata a ocho puntos con el Standard.
Peor le fueron las cosas al Schalke en Gelsenkirchen, aunque el empate cosechado contra el AEL Larnaca no le quita del primer puesto, pierde la oportunidad de sentenciar el pase a la siguiente ronda. Los chipriotas se mostraron mucho más sólidos que en partido de Nicosia, donde encajaron cinco goles y tuvieron ocasiones para dar la machada. Huntelaar no tuvo su día de cara a puerta, Raúl no fue convocado y Ciprian Marica estuvo desaparecido durante los 60 minutos que jugó. El Schalke tuvo las mejores ocasiones como se le exige a un equipo de mayor entidad y jugando en casa, pero el guardameta del AEK, Marco Fortin se erigió como la figura del partido. Papadopoulos tuvo el gol en la primera mitad, pero su remate se fue al palo. Lewis Holtby también pudo anotar en la segunda parte, pero Fortin salvó el tanto y mantuvo su portería a cero. Unnerstall también se vio forzado a intervenir en alguna llegada peligrosa del equipo visitante, que se vio con confianza en el paso de los minutos. Un empate que deja un mal sabor de boca para los de Stevens y ahora deberán sentenciar en casa contra el Steaua. Mientras el Hannover visitará Lieja en una auténtica final de su grupo.
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