Se esperaba mucho de este amistoso en Hamburgo y no decepcionó, al menos a los locales que se lo tomaron muy en serio. Amplia superioridad la que mostraron los alemanes contra una Holanda que acusó las sensibles bajas de jugadores estrella como Van Persie, Robben o Van der Vaart. El mejor fue Klose, que con dos asistencias y un golazo de cabeza, dura competencia para Mario Gómez que descansó en el encuentro. La alineación fue muy similar a la que Löw tenía en mente en Sudáfrica, con Neuer en portería, Aogo, Badstuber, Mertesacker y Boateng en defensa. El centro del campo fue el mismo que en Kiev, con Khedira y Kroos, que rindieron a un alto nivel a pesar de la ausencia de Schweinsteiger. En ataque, Özil, Podolski, Müller y Miro Klose. Por su parte, Marvick alineó a Stekelenburg, Van der Wiel, Heitinga, Mathijsen y Braafheid, con Van Bommel y Strootman en el medio, Dirk Kuyt y Babbel en las bandas, Sneijder de enganche y Huntelaar en punta.
Y el partido arrancó con mucha fuerza, tal vez para no decepcionar a una grada repleta que se tomó el partido como una fiesta entre aficionados de ambos países. Una ocasión para cada uno antes del minuto cinco, con posesiones largas para los germanos y rápidas contras de la orange dirigidas por Sneijder, el mejor de los visitantes. Al cuarto de hora, Alemania ya había marcado el primero en un centro de Boateng que Klose deja para la llegada de Müller, que de primeras marca el gol que abría el marcador. El mejor juego de combinación se imponía a cierto conservadorismo de los de Marvick, muy espesos durante todo el choque. Holanda tuvo alguna oportunidad aislada en disparos de larga distancia de Babbel y Sneijder, pero enseguida contestaban los anfitriones con un participativo Müller. El segundo llegó en el 25, un centro medido de Özil lo remata Klose como solo él es capaz de hacerlo, con un giro de cuello necesario para meter el balón cerca del palo y que Stekelenburg no pudiera llegar.
El estadio se rindió al germano-polaco que ya ha marcado 63 goles con la Mannschaft en 113 compromisos. Poco cambió el guión hasta el descanso, una subcampeona del pasado mundial sin poder enganchar con Huntelaar. En la segunda mitad, los holandeses buscaron más la portería, pero la defensa, a diferencia del viernes, estuvo más segura. Özil entró más en juego y sería el madridista quien cerraría el marcador con el 3-0, en el minuto 65 y tras una preciosa pared con Klose. El tercero hacia justicia a la mayor intensidad que los germanos le metieron al encuentro. Tras el gol, carrusel de cambios para dar entrada a jugadores de refresco como Rolfes, Götze o Höwedes, pero el cambio más esperado se hizo en el minuto 82 con el debut de Marco Reus. Más savia joven para una selección que se postula como la gran rival de España en la Eurocopa 2012. De momento la subcampeona del mundo ya ha sufrido el potencial que la Mannschaft puede llegar a dar.
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