Un partido con dos caras, con un desarrollo irregular de los acontecimientos pero en definitiva, un espectáculo entretenido para el público. Alemania fue de menos a más, pero notó que en el once inicial jugaran jugadores menos acostumbrados a verse las caras. Ucrania dio toda una lección a la contra, se mostró más motivada e hizo mucho daño con los espacios que dejaban los germanos. Vayamos por partes, Löw hizo debutar en la portería a Ron-Robert Zieler, cuyo papel fue fundamental para evitar la derrota. Boateng, Badstuber, Hummels y Aogo componían una defensa inédita. Delante un poblado centro del campo con Träsch y Khedira en funciones defensivas, Kroos en la creación, Özil y Götze en el enganche con Gómez en la delantera.
Y el equipo funcionó durante 25 minutos con una posesión apabullante del esférico pero sin llegar a generar ocasiones de gol. El ritmo era lento, pero todo dio un giro a partir del primer gol ucraniano y el partido se descontroló. En el 28, una contra bien conducida por Rakytskyy le llegó a Milevsky que en la línea de fondo cedió para la llegada de Yarmolenko y este batió a Zieler. Con el 1-0, Alemania adelantó líneas y Ucrania aprovechó los espacios con contra mortales como la del segundo. Konoplyanka se lo guisó y se lo comió, recorrió todo el campo y se aprovecho de las ausencias de Hummels y Badstuber para plantarse ante Zieler y marcar a placer. La defensa germana hacia aguas y los locales aprovechaban su mala colocación en cada contra trazada.
Pero Alemania nunca está muerta y reaccionó con un golazo de Kroos desde la frontal dos minutos después del segundo gol local. El medio centro del Bayern fue el mejor de la Mannschaft en la primera parte. Todo parecía pronosticar la igualada germana, y más cuando Khedira estrelló un balón en la cruceta, pero en la replica, Nazarenko anotó el mejor gol del partido en un zapatazo desde 35 metros que se coló en la escuadra. Con el 3-1 se llegó al descanso y Löw se vio obligado a revolucionar el equipo. Sacó a Rolfes y Schürrle en lugar de los mediocentros defensivos y con ello ganaron presencia en ataque. Aunque Zieler se vio obligado a intervenir en alguna llegada de los ucranianos, principalmente ante Konoplyanka, el mejor de los amarillos con una parada antológica.
Poco a poco, los alemanes arrinconaron a su rival y en una jugada de estrategia, Rolfes ponía el 3-2 en el minuto 65. La entrada de Muller y Podolski en sustitución de los desaparecidos Özil y Gözte cambio el rumbo del partido. Y fue el primero el autor del empate, Müller recoge el balón en la banda izquierda y cuando nadie lo esperaba suelta el latigazo que sorprende a Rybka. El 3-3 hacia justicia a lo visto en la segunda parte, y aunque ambos tuvieron oportunidades para marcar más goles, se conformaron con las tablas. Gran partido, pero la moraleja que Löw saca es que los cambios se hacen poco a poco para que los futbolistas se acoplen a su estilo de juego. El siguiente ensayo será el Martes en Hamburgo, y nada menos que contra la subcampeona del mundo, Holanda.
Esta selección alemana promete mucho pero mucho
ResponderEliminarUn saludo
Promete mucho por arriba, pero la defensa creo que tiene muchas grietas
ResponderEliminarun saludo Antonio!