Nos gustaría hablar de cosas positivas en la Bundesliga, la victoria del Borussia en el Allianz, la exhibición de Reus, el gol de Raúl. Pero la noticia de la jornada no es ni mucho menos alegre, todo lo contrario, es uno de esos hechos que intimidan y pasan al fútbol a un segundo plano. El arbitro Babak Rafati, de 41 años, y que iba a dirigir el FC Köln-FSV Mainz, no se presentó al estadio. Los rumores indicaban de una indisposición del colegiado iraní, nacionalizado alemán, pero en la rueda de prensa que ha ofrecido el director de la DFB, Theo Zwanziger, se confirmaron los hechos.
Rafatí fue encontrado en la bañera del hotel donde se hospedaba el trío arbitral, con cortes en las venas, aunque vivo que es lo importante. La policía ha confirmado que se intentó suicidar, algo que afortunadamente no ha ocurrido ya que fue encontrado a tiempo cuando los compañeros se preocuparon por su ausencia en el desayuno matinal. Según la agencia deportiva SID, su estado es actualmente crítico y se encuentra hospitalizado en Colonia, donde debía dirigir el encuentro a las 15:30 horas. Rafati ha dirigido 84 partidos en la Bundesliga, incluso llegando a la internacionalidad en seis ocasiones, aunque si bien es cierto que desde algunos medios fue calificado en diversas ocasiones como el peor arbitro de la competición.
La notícia llega poco después de cumplirse dos años del suicidio de Robert Enke, el ex portero del Hannover que también se quitó la vida. Varias son las voces que reconocen la enorme exigencia del deporte de élite, algo que pasa factura en lo psicológico. Desde el momento de conocerse los hechos, las reacciones se han multiplicado y se han solidarizado con el colegiado. Desde Pelotas en Alemania nos sumamos a las muestras de apoyo y como dice Hubb Stevens, entrenador del Schalke, lo más importante es la vida, el fútbol solo es una anécdota.
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