Sufrir, sufrir y sufrir es lo que nos ha hecho el Werder Bremen en su eliminatoria de ronda previa a la fase de grupos en la UEFA Champions League contra el conjunto italiano de la Sampdoria. Y es que la eliminatoria no ha sido apta para cardiacos, del infierno a la gloria más absoluta en un escaso periodo de tiempo, ponemos en antecedentes; el encuentro jugado en el Weserstadion de Bremen la pasada semana terminó con un resultado favorable de 3-1 para los de Thomas Schaaf, un resultado que incluso puedo ser más abultado ya que los genoveses jugaron durante varios minutos con un futbolista menos. Pero siendo un clásico en el Werder, un fallo defensivo permitió al delantero Gianpaolo Pazzini transformar en gol un cabezazo que le daba vida al partido en Marassi.
Parece entonces que ese gol en los últimos instantes inició el ritual de desconcierto que tanto caracteriza la débil defensa del Werder, que ya se puso en evidencia en Hoffenheim el pasado sábado y que tantas veces ha ido mostrándose en los últimos años. El resultado al descanso era de 2-0 y la eliminatoria estaba de cara para los mediterráneos que retrasaron la posición para esperar una posible reacción que no se produjo a pesar de los acercamientos al área de los locales. El tercer tanto italiano llegó a falta de cinco minutos para los 90 reglamentarios en otro despiste de la zaga alemana y un precioso remate de tacón de Cassano, fue entonces cuando el Bremen despertó y en una jugada sensacional de Rosenberg consiguió la igualada en la eliminatoria.
Ya en la prórroga, el artillero del Werder Claudio Pizarro decantó el pase para los visitantes, pero de nuevo quedó claro que el equipo de Schaaf es especialista en hacer posible lo imposible, el resucitar lo que parece sentenciado y de pasar del cielo al infierno en cuestión de minutos. La filosofía del Werder Bremen es clara, golpear a su rival más veces que el rival pueda golpearles a ellos, un estilo kamikaze y poco habitual en el táctico y conservador futbol actual que le permite convertirse en un conjunto imposible de preveer, capaz de lo mejor y de lo peor y que convierte sus partidos en auténticos correcalles con resultados poco usuales. Aunque de todas maneras ¿Qué más le podemos pedir a un equipo que no sea marcar cuantos más goles mejor?
Autor: Dani Garcia
Correo: lodanigranota@hotmail.com
Autor: Dani Garcia
Correo: lodanigranota@hotmail.com
Ojalaa gane el Werder Bremen la UEFA que los equipos de la Bundesliga al final siempre se quedan en semifinales o pierden la final.
ResponderEliminarAutora:Alba Pedraja