Se preveía mucho sufrimiento en el Kaiserslautern a inicios de agosto, con un equipo que pese a su historia llena de éxitos, volvía tras cuatro años en la 2. Bundesliga. Muchos fichajes y jugadores que no contaban en otros equipos y encontraron destino en el conjunto de la Renania-Palatinado. Pero desde el inicio se vio que el equipo era competitivo y descarado, que no temía la derrota y que se iban a dejar la piel por buscar la salvación. Al frente, Marco Kurz, quien debutaba en primera y que confió en jugadores sin demasiada experiencia en la categoría. Los resultados positivos llegaron pronto, con dos victorias al inicio en Köln y contra el Bayern en el Fritz Walter Stadion.
Pero dos meses fatídicos de malos resultados descendieron al Kaiserslautern hasta la zona baja, quedándose al borde del descenso. Los aficionados ya pensaban que las dos victorias del inicio eran un hecho circunstancial y pese al buen juego que intentaban practicar, habría que sufrir para mantenerse. La defensa concedía demasiados regalos y pecaba de inexperiencia ante jugadores más hechos al futbol de élite. Una victoria contundente contra el Borussia Mönchengladbach y un empate contra el Stuttgart demostraron que con casta se podría revertir la situación. Además, empezaban a llegar los goles de su delantero, el croata Srdan Lakic, quien no era titular en segunda pero que ha sido fundamental en la salvación con sus 16 goles esta campaña. El jugador de 27 años lideraba el ataque del equipo junto a Hoffer o Nemec, mientras en el centro del campo se consolidaba la pareja Tiffert-Moravek como la títular en la mayoría de encuentros.
Así se mantuvo el equipo, que fue obteniendo resultados más positivos al final de la primera vuelta, como el 5-0 al Schalke o una victoria inesperada en el Weserstadion. De vacaciones se fueron con seis puntos de ventaja respecto al descenso. Pero tras el parón se volvió a la senda de la derrota, hasta caer en la 25ª jornada en la penúltima posición. Tocaba hacer un gran esfuerzo en el tramo final de la temporada para cambiar las cosas y vaya si lo hicieron. Lograron 21 puntos de 27 posibles, y pasaron de la penúltima plaza a la séptima en tan solo nueve jornadas. Con la figura de Lakic, se lograron victorias muy importantes en Stuttgart, Gelsenkirchen y en Wolfsburg, equipo en el que jugará el delantero croata.
El Fritz-Walter apretó como nunca contra los rivales directos y entre todos se logró el objetivo. Pese a que matemáticamente no se obtuvo la permanencia hasta la 32ª jornada, el conjunto de Kurz demostraba que este año no volverían a segunda. El objetivo quedaba cumplido, con un plantel lleno de jugadores de distintas nacionalidades, pero en esto del descenso, no hace falta ser de un lugar, sino saber pelear duro. Veremos si la vuelta de este histórico club que hace poco ganaba títulos y jugaba en Europa, es para ser grande o seguir en el filo del descenso.
Clasificación: 7º con 46 puntos
No hay comentarios:
Publicar un comentario