Alemania y Austria, dos países hermanos de cultura que han tenido buenos y malos momentos el uno con el otro, y en futbol está la cosa igual. En la Eurocopa de 2008 se enfrentaron y Alemania ya le aguó la fiesta a la entonces anfitriona de la competición con un tanto de Ballack. También para la Eurocopa, pero de 2012, se veían estas dos selecciones con muchos jugadores en sus filas de la Bundesliga. El ambiente, como en las grandes citas, hasta arriba el Ernst Happel de Viena con un precioso mosaico de banderas, y es que la rivalidad se notó, sobretodo en los himnos nacionales cuando desde la grada se escucharon silbidos.
Era la oportunidad perfecta para que los chicos de Löw sentenciaran la clasificación para la Eurocopa del verano que viene y por eso sacó un once de garantías, aún con las bajas de Schweinsteiger o Mertesacker. Kroos y Hummels tuvieron su oportunidad, así como Marcel Schmelzer quien parece asentarse en el once titular de la Mannschaft. En Austria, muchos conocidos como Erwin Hoffer, quien ha jugado este año con el Kaiserslautern, Harnik (Stuttgart), Alaba (Hoffenheim), Pogatetz (Hannover) o Christian Fuchs (Mainz), el capitán.
Las bajas para el seleccionador Constantini de otros jugadores también conocidos como Prödl y Arnautovic, ambos del Werder Bremen, no se dejaron notar ya que salió Austria con muchas ganas. Pero los primeros avisos serios llegaron desde los germanos, una jugada de combinación entre Özil y Kroos no pudo rematar bien Gómez y Gratzei despejó a saque de esquina. En esa misma jugada, un potente disparo de Podolski fue repelido por el travesaño. Solo fue un arranque de furia ya que Austria tomó el mano del partido con mayor intensidad y tan solo sus errores defensivos generaban en la portería local. El centro del campo que compuso Constantini fue un auténtico tormento, los laterales Klein y Fuchs dominaban las bandas a su antojo y Neuer tuvo que intervenir en varias ocasiones para evitar un disgusto. Pero tal vez cuando menos lo merecían los visitantes llegó el gol de Gómez, el máximo goleador de la Bundesliga remató a puerta tras encontrarse el balón delante en pleno despropósito de la defensa austriaca.
El tanto llegaba al borde del descanso y con la sensación de que Alemania ganaba sin hacer esfuerzos. Pero en la segunda mitad, Austria se propuso amargar la clasificación de los germanos y a punto estuvo de conseguirlo. En el minuto 50 llegaba el empate, centro de Alaba desde la parte derecha que Friedrich remató en su propia puerta. El gol local llegaba justo después de que Alemania hubiera perdonado el segundo en una gran jugada individual de Gómez, aunque el 1-1 hacia justicia a lo visto. Con el gol, Austria se creció y Kulovits remataba en el palo justo después. Tanto Alaba como Baumgartlinger asumieron su papel de protagonistas y dirigieron la selección a la perfección. El partido se desarrollaba a un ritmo muy rápido sin apenas control, Löw introdujo a Badstuber para reforzar una defensa que sufrió demasiado y a Andre Schürrle para aportar frescura en una delantera espesa y previsible.
Alemania tan solo empezó a atacar en los últimos cinco minutos y le bastaron para llevarse los tres puntos. En otro saque de esquina, Özil mandaba el balón a Lahm que con un centro medido sirvió en bandeja el gol a Gómez que batía con la cabeza a Graztei. El segundo gol de los germanos y la cara de incredulidad en los locales. Tres puntos por tanto que sentencian en la primera posición a los de Joachim Löw con 18 puntos. Ahora basta con sumar un punto en Azerbayan para irse de vacaciones tranquilos.
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