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jueves, 11 de octubre de 2012

Momento de disipar dudas en Dublín

Llegó otra de esas semanas en las que el fútbol de competición cede unos días para que las camisetas internacionales cobren protagonismo. Un pequeño descanso en el frenético calendario para que las selecciones vayan allanando su camino hacia Brasil 2014. Y la próxima parada de Alemania en este tour al país que albergará el Mundial será en una ciudad mágica como es Dublín. Es cierto que una enorme diferencia habrá entre ambos países, Irlanda fue una de la selecciones que se marchó de la Eurocopa sin sumar un punto, aunque también es cierto que si llegaron a la fase final será porque tiene mimbres para poder hacer daño. Pero esa diferencia que puede haber en el terreno de juego, por calidad y nombres, puede verse maquillada por la tremenda presión ambiental que siempre ejercen los aficionados de la marea verde y que buen colorido le darán al Aviva Stadium. El favoritismo es obvio sobre quién recaerá, pero veterano Giovanni Trapattoni se guardará cartas en la manga y sabrá que si hay algún buen momento para hacerle cosquillas a la Mannschaft, es ahora.

Y es que las dudas siguen entorno al proyecto de Löw, las dos victorias obtenidas en las primeras dos jornadas no han desaparecido. Contra las Islas Feroe se ganó sin brillantez y contra Austria se cometieron descalabros defensivos alarmantes. En a convocatoria, tan solo destaca la ausencia por lesión de Mario Gómez, que sigue sin haber disputado un solo minuto con el Bayern. El único delantero que el seleccionador ha llevado en la expedición es Klose, que ha iniciado bien la temporada en la Lazio pero al que se le resiste el gol en los últimos compromisos internacionales. Para acompañar al punta, Podoslki que también está con el olfato goleador vivo en el Arsenal y un Reus a quien no le pesa el cambio de equipo. Pese a ir convocados, ni Lahm ni Hummels estarán en el once, si Boateng y Mertesacker. Además, vuelve para la cita a uno de los pilares fundamentales que bien lo ha echado de menos Alemania, Bastian Schweinsteiger, que ha recuperado su mejor versión. La presencia del mediocentro del Bayern es una de las claves a la que se agarran los aficionados germanos, que esperan que vuelva la solidez que caracterizó a la Mannschaft hasta que Italia se cruzó en el camino.


Respecto al equipo irlandés, las bajas de Richard Dunne y Glenn Whelan en defensa, lo que le dará la oportunidad de jugar al central John O'Shea. Pero si una baja se nota por encima del resto es la de su delantero estrella, Robbie Keane, el capitán y principal referente en ataque. Pero eso no deja de ser una dificultad más a las que ya tiene la misma selección que tratará de mostrar su versión más intensa ante las carencias futbolísticas. Y precisamente eso es algo que se le ha criticado a Trapattoni, su apuesta por un fútbol menos atractivo. Los irlandeses no quieren que su equipo sea tan conservador y pragmático, sino que quieren jugar el balón. La sufrida victoria en Kazajistán fue la que desató esas críticas al estilo de la selección irlandesa, pero no es Alemania el mejor rival para cambiar esquemas. Por eso, las opciones se centran en una mayor intensidad y en una defensa que no cometa el más mínimo error ante la calidad de hombres como Özil, Müller o Reus. El partido garantizará ambiente del bueno en un encuentro que dirigirá el italiano Nicola Rizzoli. Salida comprometida por tanto la que tendrá Alemania en Dublín. 

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