El Werder se lleva el 95º derbi norteño y colidera el campeonato

El Werder Bremen se presenta como alternativa al título liguero. Los hombres de Thomas Schaaf vencieron y hundieron en la última plaza a un Hamburgo previsible y cada dia más decepcionante.
Ambiente de derbi de alta rivalidad en el Weserstadion, la hinchada verde empujó a los suyos a la victoria por 2-0 (con doblete del incombustible Claudio Pizarro).
Estos nuevos tres puntos colocan al Werder en 2ª plaza, coliderando junto al Bayern (que venció por 7-0 al Friburgo) con 12 puntos.
Tras la marcha de Mertesacker al Arsenal, Schaaf partió con una alineación especialmente distinta a las anteriores en zona defensiva.
Wiese ocupó la portería; Sokratis, Prödl, Wolfs y el serbio Ignjovski (ex de OFK y 1860) en línea de cuatro defensiva; el medio centro romboide fue para Bargfrede; Fritz y Hunt por bandas con Marin en la media punta; arriba Pizarro y Arnautovic.
Oenning alineó para el HSV a Drobny como meta; Aogo, Rajkovic, Westermann y Mancienne atrás; Jarolim y Tesche ocupando la medular; Skjelbread y Jansen por los costados quedando Guerrero y Petric como delanteros.
El Hamburgo comenzó apretando, a lo largo de la primera mitad se notó la necesidad de los blancos. Con un planteamiento bastante ofensivo los de Oenning buscaron la meta del Werder.
Por su parte, el equipo local no tenía prisa. El objetivo verde era jugar con la presión de su rival.
La primera oportunidad, de hecho, fue Grün-Weissen. Arnautovic puso desde la esquina un balón que cabeceó Rajkovic, introduciendo casi el esférico en su puerta.
Con el paso de los minutos llegaban las ocasiones del Werder. Pizarro avisó libre de marca, aunque la jugada quedó invalidada por fuera de juego.
Pese a la pérdida de Mertesacker, Schaaf parece ir encontrando la fórmula atrás, el equipo se mantuvo estable en la retaguardia. Aunque en ello influyó el pésimo rendimiento de su rival.
Los del HSV no saben a que juegan, no tienen un estilo claro y les cuesta horrores hacer un gol, aunque tienen a Petric y Guerrero arriba.
En Hamburgo ya se piden cabezas.
Llegaron más ocasiones locales.
Arnautovic reventó el balón pero el disparo fue atajado por Drobny.
En el 39, un gran cabezazo del griego Sokratis pegó en el travesaño.
La intensidad del partido fue aumentando. Hubo 5 tarjetas amarillas en la 1ª parte. Dos locales (Pizarro, Marin), y tres visitantes (Rajkovic, Guerrero, Mancienne).
Con el arranque de la 2ª mitad el Bremen no falló.
Durante el 52 de partido Marko Marin botó una falta escorada a la izquierda. El golpeo se estrelló contra el poste, pero Pizarro, especialista del rechaze, recogió el balón rebotado y lo cabeceó al interior de la meta de Drobny.
1-0.
Fiesta en la grada del Weserstadion. Con este gol el Werder era colíder y de paso, uno de sus eternos rivales, se abonaba a la última plaza.
Un desequilibrado Hamburgo no inquietó demasiado más.
El 2º tanto llegó en el 78, cuando el HSV iba a la desesperada.
Hunt botó abierto un córner desde la derecha, Pizarro recogió magnificamente la pelota alrededor del punto de penalty y la reventó de diestra en el bote.
2-0.
Los últimos minutos sirvieron para el retorno de Naldo al césped, por un ovacionado Claudio Pizarro.
El central brasileño debe hacer pequeña la sombra de Per Mertesacker, al que acompañó durante muchos partidos con la elástica verde.
En Bremen quieren estar arriba, la victoria de ayer les da puntos y moral. Pizarro parece eterno.
Por contrario el HSV cada dia está más hundido. Su plantilla no parece destinada a la última plaza, pero dinámicas como la suya son extremadamente peligrosas en una liga tan igualada como la alemana.
Un solo punto tras 5 partidos es una renta paupérrima.

Werder Bremen 2-0 Hamburger SV (Pizarro 52´, 78´)

Andy Porcel (bugaandy@hotmail.com)

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