Cumplido otro trámite más que ya se conciben como partidos preparatorios para el Mundial del próximo verano. La República de Irlanda se antojaba un rival que debía pagar los platos sucios de los últimos partidos, donde a pesar de las victorias, siguen generando dudas en algunos y la Mannschaft no acaba de convencer al 100%. Hoy, en el Rheinenergie de Köln, también hubo algunos fantasmas que siguen inquietando, pero que se sufragan bajo una amplia capacidad de recursos ofensivos que hacen temblar a cualquier rival. Alemania se está convirtiendo en eso, una selección que trata de machacar ofensivamente lo que duda en la zaga y afortunadamente para los intereses germanos, hoy los irlandeses fueron una perita en dulce muy inocente e incapaz de replicar, aun teniendo alguna ocasión que hubiera metido el miedo a los de Joachim Löw. El seleccionador puso un once con alguna novedad destacada, la presencia de Marcel Jansen que cumplió un buen partido, también la de Andre Schürrle que fue una de las estrellas. Por tanto, los once componentes fueron Neuer, Lahm, Boateng, Mertesacker, Jansen, Khedira, Schweinsteiger, Schürrle, Kroos, Özil y Müller.
La ausencia de un delantero dentro, no estaban ni Klose ni Mario Gómez, no se echo en falta. Y es que el talento alemán en la media punta no le hace necesitar un killer de área, al menos contra este tipo de rivales. Irlanda colaboró con una defensa muy inocente en el aluvión de ocasiones que la Mannschaft generó nada más el belga Gumienny señaló el arranque del partido. Las 46.237 personas que llenaban el templo del Köln disfrutaron con un juego arrollador. Fruto de esa presión llegó el primero a los doce minutos de partido. Coleman se ve incomodado por la asfisiante presión de los atacantes germanos y pierde el balón que recoje Sami Khedira y desde la frontal dispara a portería y logra el primero. En el gol tuvo fortuna ya que el esférico rebotó en Clark y descolocó totalmente al portero irlandés Forde. Se veía venir, Alemania seguía atacando y solo el portero visitante evitó una goleada al descanso, ocasiones de Schürrle, Müller, Kroos o Schweinsteiger. Pero Irlanda, sin a penas inquietar la portería de Neuer, se pudo marchar con un empate, falta que bota Whelan y Doyle remata al palo. Se salvaba la Mannschaft justo antes del descanso.
Es ocasión debió espolear a los irlandeses que salieron en la segunda parte muy motivados y probaron a Neuer en dos disparos. El portero del Bayern estuvo seguro, pero falló minutos más tarde en una salid arriesgada que a punto estuvo de costar un empate, pero McCarthy no estuvo astuto para aprovechar el fallo. Demasiados avisos que se evadieron con el 2-0, en el minuto 58, pase de Tony Kroos al corazón del área y Schürrle con mucha clase bate a Forde. Se acababa así cualquier sobresalto y se procedía a la tranquilidad, que ne Alemania supone desplegar su mejor juego asociativo. Löw premió a dos jugadores que están haciendo un gran arranque de liga, Sidney Sam y Max Kruse, también dio entrada a Mario Götze para que vuelva a coger minutos con la selección después de unas semanas con lesiones. Se acababa el partido y Özil no quería marcharse sin su gol, pero tuvo que apurar hasta el último minuto. Sidney Sam asiste a Kroos y este al germanoturco que anotaba el 3-0. Preciosa jugada para cerrar un resultado que devuelve buenas sensaciones, pero que deberán seguir el Martes en Solna contra Suecia y vengar el 4-4 de Berlín.
Autor: @lodani7
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