Demasiadas cosas se les pasa a los alemanes por la cabeza cuando tienen que viajar a Austria, y más concretamente al Ernst Happel Stadion. Allí les invade el mal recuerdo de perder una Eurocopa contra España, pero también el de conseguir victorias como la de hace apenas quince meses, cuando se vieron la caras en la fase de clasificación para la Euro de este verano. Y es que hablar de un choque entre austriacos y alemanes es hablar de un auténtico clásico internacional pese a las diferencias de potencial. Hasta 43 veces se han visto las caras, con solo nueve victorias para Austria y 24 para el combinado alemán, la última por 6-2 en Gelsenkirchen hace un año. Pero en el país centroeuropeo saben que si hay algún momento bueno para hincarle el diente a sus vecinos, es ahora. La Mannschaft no llega en su mejor momento y la victoria contra las Islas Feroe tampoco dejó el mejor sabor que esperaban los aficionados. Momentos de incertidumbre en la expedición de Joachim Löw que tendrá una prueba de fuego contra un rival que pondrá el ambiente y las ganas.
Hasta jugadores que no han sido convocados confían en la victoria austriaca, es el caso del nuevo jugador del HSV, Paul Scharner, quien fue expulsado de la selección por una pelea con el técnico Marcel Koller. Scharner afirma que Austria puede competir al mismo nivel que Alemania, como así lo piensa un jugador que bien conoce la Bundesliga y es el llamado a liderar su país, Martin Harnik. No van desencaminados los austriacos cuando hablan de conocer bien a su rival ya que pocas selecciones nutren de tantos jugadores a la Bundesliga. La lista es extensa, empezando por el capitán, Christian Fuchs (Schalke), Pogatetz (Wolfsburg), Prödl, Junuzovic y Arnautovic (Werder Bremen), Baumgartlinger e Ivanschitz (Mainz). La baja más importante para Koller es sin duda la de David Alaba, de larga duración, lo que deja al seleccionador sin uno de sus pilares más importantes en el centro del campo. Pese a ello, en Viena se preparan para una gran fiesta del fútbol dejando atrás la rivalidad histórica de estos dos países.
Por su parte Alemania llegará al Ernst-Happel con precauciones y sabiendo que enfrente tendrá un rival totalmente distinto al que se encontró el viernes. Aunque también es cierto que la mejor cara de esta selección se ha visto contra rivales que se presumían complicados y le intentaron plantar cara. En esta ocasión no veremos al jugador que desequilibró en el último enfrentamiento disputado en este mismo campo, Mario Gómez, que con un doblete enmudeció el estadio de la capital. Si estará Klose, que se quedó con las ganas de anotar contra Islas Feroe y tendrá una nueva oportunidad de seguir aumentando su leyenda con la internacional. Löw podrá apostar de nuevo por la pareja que desequilibró el viernes, Özil y Gözte, y se espera que se una Marco Reus completando un trío mágico de tres jugadores que simbolizan la nueva Alemania del "jogo bonito". De alternativas no se puede quejar el técnico ya que también podría introducir a Müller y Podolski, dos jugadores que han empezado en forma esta temporada. Austria-Alemania, un clásico para consolidar la recuperación.
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