El sol tardó en iluminar la oscuridad

Cuando todos tiraron la toalla, cuando sólo los hinchas más apasionados eran los que mantenían las fuerzas para animar, cuando nadie daba un céntimo por ellos. El BVB iniciaba el tiempo añadido (4 minutos) perdiendo 1-2, necesitaba dos goles para acceder a la siguiente ronda. Pues es uno de esos finales que escriben páginas doradas en el fútbol, Westfalenstadion y once jugadores se propusieron cambiar el final de la historia. Aún cuesta creer, pero lo hicieron, dos tantos en el tiempo añadido y el BVB será equipo de semifinales. Alemania tendrá dos representantes en Champions a falta de que el Bayern lo confirme mañana en su visita a Turín. 81.000 personas que no fallan habitualmente, no lo hicieron en la noche de hoy, alrededor de 2.000 malaguistas también quisieron disfrutar de la histórica noche para su equipo, un Málaga que pese al cruel final, ha realizado una competición digna de elogio. 

A pesar de la mayor experiencia en Europa de las avispas, fue el conjunto de Pellegrini, que al final si llegó a tiempo tras el entierro de su padre, el conjunto que se adueñó del terreno. El primer cuarto de hora sin dominio, con mucho respeto y miedo a no hacer daño. Pero el Málaga, con las líneas juntas, tomó el pulso al choque y en el primer acercamiento serio a la portería de Weidenfeller se adelantó en el marcador. Joaquín tumbó a Schmelzer, Subotic no supo quitarle el balón y desde la frontal, el extremo gaditano colocó el balón a la izquierda del portero local. La eliminatoria se ponía con el 0-1 muy cuesta arriba, ya que el BVB necesitaba dos tantos para pasar a semifinales. El 0-1 sembró de dudas el estadio y eso contagió a los jugadores, que seguían sin poder desplegar el habitual juego que les caracteriza. Las lentas transiciones a penas inquietaban al área de Caballero, que no tuvo que intervenir a penas en la primera parte. 

Si lo hizo en el minuto 40, cuando tuvo que recoger el balón de la red tras el empate de Robert Lewandowski. La primera jugada de elaboración al primer toque, Kuba para Reus y de tacón la cede al polaco que no se puso nervioso ante Caballero, empate insuficiente aún y que cedía toda la emoción para la segunda parte. El BVB salió a dominar el balón, pero su juego seguía sin tener la brillantez habitual, un Málaga cómodo atrás y que a la contra generaba mucha incertidumbre. Dos avisos visitantes, un remate de Joaquín en boca de gol que saca Weidenfeller de forma increíble y un latigazo de Toulalan que el guardameta despejó con problemas. La emoción se concentró en los últimos 15 minutos, reacción del BVB con Piszczek que cede a Reus y Caballero saca la pierna de forma milagrosa, tres minutos después, en el 79, de nuevo el portero argentino en el mano a mano con Götze despejó a córner cuando ya se cantaba el 2-1. 

Pero el gol que llegó fue el 1-2, la contra en el minuto 81 conducida por Isco, pase para Baptista y en posible fuera de juego anotaba el tanto que parecía decantar ya la eliminatoria. Pero hasta el rabo todo es toro y hoy quedó demostrado, el único error en defensa del Málaga lo aprovechó Reus para empatar. Se lo creyeron el estadio y todos los jugadores, había tiempo, tres minutos por delante. Lewandowski centró, Schieber logra rematar y superar a Caballero pero fue Santana quién culminó en la red, un gol que se protestó como fuera de juego por los jugadores visitantes. En pleno extasis señaló el final, costaba de creer y asimilar todo lo vivido. La grada amarilla gritó como nunca, y dejó claro que en esto del fútbol, los milagros existen, y para ello lo primero que deben hacer los jugadores es creer en hacerlos realidad. 

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