Sencillamente mágico, un escándalo de partido se marcó el Bayern en el momento más decisivo de la temporada. Se esperaba la remontada, pero lo que pocos podían esperar era una vuelta tan plácida y tan diferente de la ida. Siete goles al final y más pudieron ser con un juego que rozó la perfección, y es que el Bayern en casa es un equipo totalmente distinto del que se muestra a domicilio. La sintonía de la UEFA Champions League motivó y de que manera ya que los aficionados esperan escucharla en ese mismo estadio, pero en la final. Heynckes sacó el mejor once que tenía su alcance, dejó a Schweinsteiger en el banquillo por precaución, así, formó con Neuer en la portería, defensa para Lahm, Boateng, Badstuber y Luiz Gustavo. El centro del campo fue para David Alaba, y Toni Kroos más adelantado. El ataque lo compusieron los cuatro magníficos, Robben, Ribery, Müller y super Mario Gómez.
El punta bávaro se convirtió en el gran protagonista, con cuatro goles se quedó a solo uno de igualar el record de Messi de hace una semana contra el Bayer Leverkusen, donde el argentino anotó cinco tantos. Cuando el árbitro dio comienzo al encuentro, el Bayern se dedicó a hacer lo que mejor sabe, tocar y tocar a un ritmo frenético y desbordando a su rival por todas partes, como hiciera el sábado contra el Hoffenheim. Con un Robben enchufadísimo, encadenó dos ocasiones en un minuto, pero no logró el tanto, el holandés tardaría bien poco en resarcirse y en el minuto 10 ya había igualado la eliminatoria en el 10 tras un rechazo de Sommer a disparo de Müller. Con el 1-0, el Bayern se desmelenó y el Basel ni tan siquiera inquietaría a Neuer hasta el minuto 40, cuando Frei disparó a portería y a punto estuvo de anotar un gol injusto a lo visto en el terreno.
Fue un espejismo, antes del descanso el Bayern ya había sentenciado la eliminatoria, primero Müller y luego Gómez dejaron el partido visto para sentencia. Increíble lo del delantero que anotó los cuatro goles en 22 minutos. En el minuto 66, el marcador ya registraba un 6-0 que enloquecía al Allianz. Pero aún quedaría el último gol, el que redondearía el resultado y lo marcaría de nuevo Robben, que inauguró y cerró la goleada. Ni mucho menos se puede decir que el resultado fuera injusto, lo que queda claro es que el Bayern tiene tanto potencial como el que más. El conjunto suizo se va de la champions con mucha dignidad por lo que han hecho en la competición, pero los bávaros pasan a cuartos de final remontando el gol de Stocker en la ida. El próximo viernes veremos a quien se enfrentará el único representante germano en Champions, pero de momento, un escollo menos en el camino a la final de Mayo.
Aun no lo creo
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