Uno de los clásicos por excelencia del fútbol internacional
no pasará a la historia por ser de los mejores partidos de fútbol. Es más, será
difícil encontrar un antecedente tan aburrido como el que nos depararon ambas
selecciones en el Amsterdam Arena. Apenas alguna oportunidad clara para cada
conjunto y nada más que reseñar en un partido lento, sin motivación y que dejó como
único agradable el ambiente en la grada. Y es importante reseñar eso ya que
elogiable fue la actitud de la afición orange que respeto el himno alemán
durante su interpretación. Cordialidad
absoluta entre los aficionados y en el césped ya que la actitud fue totalmente
hermanada. Löw puso sobre el terreno de juego el siguiente once: Neuer, Lahm,
Mertesacker, Höwedes, Hummels, Gündogan, Bender, Holtby, Götze, Müller y Reus. Mientras
un gran conocido del fútbol alemán como Louis Van Gaal sacó el siguiente once: Vermeer,
Heitinga, Vlaar, Martins Indi, Van Rhijn, Robben, Van der Vaart, De Jong, Afellay,
Kuyt y Schaken.
El duelo comenzó con una abrumadora posesión de Alemania que apenas se tradujo en peligro sobre la portería de Vermeer. Poco a poco, Holanda le fue ganando el dominio terrenal pero tampoco fructificó sus jugadas con peligro. Las únicas oportunidades llegaban a balón parado, el guante que Holtby tiene en su zurda a punto estuvo de rematarlo Hummels, pero Heitinga estuvo providencial. Antes del descanso, Alemania intensificó su dominio y dispuso de las mejores ocasiones para ganar. Primero en un disparo de primeras que Reus ejecutó en la frontal pero se marchó fuera tras golpear en el palo derecho. Acto seguido fue el mismo Reus quién envió al punto de penalti y apareció Gündogan para disparar, pero el balón lo sacó Heitinga cuando parecía llevar marcha de gol. El descanso llegó justo cuando la Mannschaft empezaba a carburar con más ritmo, fueron sus mejores minutos en el partido.
Tras el descanso introdujo cambios Van Gaal, retiró a Robben que apenas se le vio en la primera parte, entró Eljero Elia que dio más dinamismo al ataque neerlandés. La mayor presencia de los locales contrastó con la renuncia total de Alemania a atacar. Si bien la posesión seguía siendo mayoritaria para los germanos, el peligro esta vez fue del bando local. Primero un disparo de Vlaar desde la frontal que se convirtió en la mejor ocasión de los holandeses. Neuer se tuvo que emplear muy duro para salvar ese disparo. Después sería Elia quién lo intento pero el balón se marchó lejos. Los últimos diez minutos fueron en carrusel de cambios. Entraron Sven Bender, Schürrle, Neustädter y Draxler, previamente también salió Podolski pero nada cambio en la tónica de un partido aburrido. La imagen ofrecida se suma a las ya dudas de por sí tras el desastre de Suecia. Ahora Löw tiene que seguir trabajando para buscar recuperar las sensaciones de la selección.
El duelo comenzó con una abrumadora posesión de Alemania que apenas se tradujo en peligro sobre la portería de Vermeer. Poco a poco, Holanda le fue ganando el dominio terrenal pero tampoco fructificó sus jugadas con peligro. Las únicas oportunidades llegaban a balón parado, el guante que Holtby tiene en su zurda a punto estuvo de rematarlo Hummels, pero Heitinga estuvo providencial. Antes del descanso, Alemania intensificó su dominio y dispuso de las mejores ocasiones para ganar. Primero en un disparo de primeras que Reus ejecutó en la frontal pero se marchó fuera tras golpear en el palo derecho. Acto seguido fue el mismo Reus quién envió al punto de penalti y apareció Gündogan para disparar, pero el balón lo sacó Heitinga cuando parecía llevar marcha de gol. El descanso llegó justo cuando la Mannschaft empezaba a carburar con más ritmo, fueron sus mejores minutos en el partido.
Tras el descanso introdujo cambios Van Gaal, retiró a Robben que apenas se le vio en la primera parte, entró Eljero Elia que dio más dinamismo al ataque neerlandés. La mayor presencia de los locales contrastó con la renuncia total de Alemania a atacar. Si bien la posesión seguía siendo mayoritaria para los germanos, el peligro esta vez fue del bando local. Primero un disparo de Vlaar desde la frontal que se convirtió en la mejor ocasión de los holandeses. Neuer se tuvo que emplear muy duro para salvar ese disparo. Después sería Elia quién lo intento pero el balón se marchó lejos. Los últimos diez minutos fueron en carrusel de cambios. Entraron Sven Bender, Schürrle, Neustädter y Draxler, previamente también salió Podolski pero nada cambio en la tónica de un partido aburrido. La imagen ofrecida se suma a las ya dudas de por sí tras el desastre de Suecia. Ahora Löw tiene que seguir trabajando para buscar recuperar las sensaciones de la selección.
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