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sábado, 31 de agosto de 2013

El Edén fue para el Bayern


Para el foro interno del Bayern el partido de anoche no significó revancha, en cambio para la mayoría de sus aficionados sí, y la consumaron centímetro a centímetro.

El Fc Bayern, campeón de todo la campaña pasada, alzó la Supercopa de Europa en un duelo celestial ante el Chelsea en Praga. Los 90 reglamentarios terminaron 1-1 y la prórroga 2-2, con gol del Bayern in extremis y una tanda de penaltis que cayó del lado bávaro.

Si la dramática final de Champions en Múnich de 2012 que venció el Chelsea fue una oda al fútbol tenso y de altas pulsaciones, el encuentro de anoche estuvo quirúrgicamente calcado, aunque con distinto final desde la misma distancia, once metros.

Con novedades saltó el Bayern al Eden de Praga por la baja definitiva de Bastian Schweinsteiger. Sin mediocentro real los de Pep Guardiola iniciaron la final de la Supercopa con Kroos y Philip Lahm en la medular, mientras que Rafinha cayó al lateral derecho. El resto de piezas no variaron.

El Chelsea sorprendió alineando a Fernando Torres de 9, con Óscar en la media  punta y Hazard y Schürrle por los costados.

El inicio del partido indicó de inmediato las filosofías de ambos conjuntos. El Bayern tomó la posesión y el control de la bola mientras que el Chelsea cerró espacios y forzó recuperaciones para contragolpear con fiereza. En el minuto ocho Torres inició una jugada desde campo contrario, cedió al medio para Óscar, que desequilibró con velocidad y técnica a la medular del Bayern y asistió a la derecha para Schürrle. El alemán vio la llegada de Torres al área y con un pase sutil puso en bandeja el 0-1 del español. El Chelsea cumplió su táctica de libro y se adelantó.

Al Bayern le tocó empezar a remar con calma, pero contracorriente. Lahm, en una sorprendente pero aprobada faceta como centrocampista, midió bien los tiempos de las jugadas junto a Kroos, aunque pecaron de cierta falta de entendimiento y constancia. Ribéry se echó al Bayern a cuestas y levantó constantemente a la banda de Ivanovic, siempre apoyado por Ramires para frenar al galo. Los metros finales no se aliaron esta vez con el Bayern. Robben y Müller se toparon con una defensa milimétricamente planteada. El alemán tuvo la marca de David Luiz durante buena parte del encuentro y apenas pudo maniobrar para abrir sus habituales espacios. Cech volvió a realizar paradas escandalosas y las contras de Schürrle y Hazard hacían temblar a la afición bávara.

En el segundo tiempo el Bayern entró con potencia en el partido. El recién nombrado mejor jugador de Europa en la pasada temporada por la UEFA sacó a relucir su premio. Ribéry recibió en el 47 en la izquierda, inició una jugada diagonal y batió desde la distancia a Cech con un preciso disparo. El francés se lanzó al banquillo y lo celebró con rabia junto a Guardiola. 1-1.

El guión de la final no varió. El Chelsea mantuvo sus líneas juntas y sus apoyos en defensa para golpear al contraataque y el Bayern ganó metros conforme pasaron los minutos. En el 64 el Chelsea estuvo a punto de encontrar nuevo premio. Dante se resbaló en el área del Bayern y Schürrle aprovechó el error para ceder un balón a Óscar que Neuer salvó de forma espectacular con los pies.

El choque era cada vez más intenso. Cahill y Mandzukic entraron en un duelo que pasó del cuerpo a cuerpo y la zaga londinense cada vez se empleó con más fuerza. El Bayern seguía intenso pero errante cerca del área y el Chelsea volvió a rozar el gol con un cabezazo de Ivanovic tras saque de esquina, que golpeó el travesaño. Apenas diez minutos después fue David Luiz el que se topó con Neuer.

Cerca del pitido final y de la prórroga el árbitro expulsó a Ramires tras una durísima entrada sobre Götze, que entró por Müller. Con el 1-1 en el marcador dio comienzo el tiempo extra en un partido que pedía a gritos más minutos para ser resuelto.

Ni dos minutos extras se habían consumido cuando Hazard, en una jugada individual que demostró la escasa seguridad de la zaga bávara, encontró posición de remate tras una diagonal desde la izquierda y batió a Neuer. Con 1-2 y un hombre menos, el Chelsea entregó definitivamente sus escasas pero efectivas jugadas de ataque y construyó un muro atrás capitaneado por Cech para aguantar las presumibles embestidas del Bayern que se avecinaban.

Y casi lo consigue: el equipo de Guardiola alzó a todos sus jugadores al área y prácticamente empleó a Neuer como único mediocentro. Javi Martínez, Götze y Kroos rozaron la igualada en unos minutos de infarto que Mourinho aprovechó para espolear a su defensa y sus aficionados. A nueve segundos para el final de la prórroga, cuando el Bayern se veía sucumbiendo de nuevo ante el Chelsea, un centro desde la izquierda de Alaba que rebotó Dante, lo enganchó Javi Martínez para tumbar con épica a Cech y forzar la tanda de penaltis (2-2).

Se reencontraban Chelsea y Bayern desde los once metros, con la final de Múnich presente y dos porteros claves en sus conjuntos. Pero esta vez Cech no pudo repetir exhibición. Parece que el Bayern estudió mejor sus movimientos y le batió cinco veces consecutivas, sin errar ni un solo penal (Alaba, Kroos, Lahm, Ribéry, Shaqiri). El Chelsea sumó emoción hasta que Lukaku chocó contra Neuer en el definitivo.

El Bayern volvió a correr el campo como campeón, devolviendo la pesada moneda de Múnich a Londres y levantando una Supercopa que consiguió doblando el número de pases y de disparos a puerta de su rival, aunque sufriendo por su falta de precisión en los metros finales y por la sobriedad de un Chelsea que siempre muere compitiendo. No hay mejor forma de rozar el Edén.


@AndyPorcel para @PelotasAlemania

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