ADPV

Anuncios ADPV

lunes, 27 de diciembre de 2010

El mayor triunfo del “Schaafirismo”

Con el vacío de competición hasta que el balón empiece a rodar allá por Febrero, inauguramos una sección dedicada a momentos míticos de la Bundesliga, recuerdos grabados en nuestras memorias como los artículos publicados en el apartado de homenajes. Y precisamente quería empezar con el recuerdo de la mejor etapa que tuvo un entrenador innovador y que no pasa actualmente por un buen momento ni mucho menos; el entrenador del Werder Thomas Schaaf. El de Manheim cumple su décima primera temporada en el club de sus amores y como en todos los casos, colecciona buenos y malos momentos en su trayectoria. Quizá el mejor de esta extensa etapa sea el de la temporada 2003-2004, donde el Werder Bremen se adjudicó la cuarta Bundesliga de su historia y una DFB Pokal. Aunque lo más destacable no es el triunfo, sino la forma que tuvo de conquistarlo, con un estilo propio.

Sin jugadores consagrados en el panorama futbolístico del momento, Schaaf reunió una plantilla con experiencia, ambición y mucha clase. Andreas Reinke, el ex guardameta del Real Murcia en la portería, con Valerien Ismael, Mladen Krstajic, Stalteri y el húngaro Krisztian Lisztes conformando una defensa que sin ser el punto fuerte, hizo una notable temporada. El centro del campo todavía se recuerda en las gradas del Weserstadion, con Fabian Ernst, actualmente en el Besiktas turco, Tim Borowski, Frank Baumann y el talentoso Johan Micoud como enganche de los dos atacantes que solía poner el técnico alemán. Una línea, la del centro, que le permitía compensar los déficits defensivos con la calidad para hacer llegan el balón de forma controlada a los puntas. En esa faceta destacó el francés Micoud, un jugador con tintes de capitán que asumió la responsabilidad en los momentos importantes de la temporada.


Por último, el ataque lo componía un dúo que anotó 42 goles en esa misma temporada; 28 para el brasileño Ailton y 13 para el croata, actualmente en el Bolton inglés, Ivan Klasnic, y por si fuera poco, siempre quedaban buenos recambios como Valdez o Charisteas. 79 goles a favor al final de la temporada, con Ailton como claro máximo goleador por delante de Makaay y sobretodo, un estilo apoteósico que maravilló a los aficionados al fútbol y silenció los campos de la Bundesliga cada vez que llegaba el líder intratable. Para redondear la campaña, se adjudicaron la copa alemana, no sin sufrimiento, contra el Alemania Aachen. Un equipo especial que no tuvo recompensa en los años posteriores por la fuga de futbolistas a otros conjuntos de más prestigio, pero que nos dejará imágenes imborrables como el triunfo en el Olympiastadion de Munich que les concedió la ensaladera, por si fuera poco, en el campo de su máximo rival por el titulo en esos momentos. Gracias Schaaf por dejar huella.





No hay comentarios:

Publicar un comentario