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miércoles, 8 de diciembre de 2010

Las excusas empiezan a no valer

Una tónica, algo que ya no sorprende, muy común en la Bundesliga es que un equipo sea capaz de lo mejor y de lo peor en cuestión de horas. Lo refleja el Schalke, el Stuttgart, el Werder, el Wolfsburg, pero no hablaremos de ellos hoy, sino del Borussia Mönchengladbach. El histórico equipo de la Westfallia no pasa por su mejor momento ni mucho menos, es último en la clasificación y si tenemos en cuenta la plantilla que dispone el técnico Michael Frontzeck, hablamos de una decepción con mayúsculas. Si la semana pasada realizábamos la misma valoración del FC Kóln, ahora se la tenemos que aplicar a un equipo que más por falta de calidad, peca por su mala fortuna. El pasado sábado ganaba con un gol del norteamericano Michael Bradley, pero la absurda expulsión de su delantero Raúl Bobadilla le condenó a la derrota en casa, donde solo ha sumado tres puntos en tres empates.


Curiosamente, este mismo equipo ha sido capaz de conseguir dos sorprendentes triunfos por su aplastante resultado; 3 a 6 en el Bay Arena de Leverkusen y 0 a 4 en el Rheinenergie de Colonia. Además, ha sacado sendos empates contra Wolfsburg y Bayern, dos de los gallitos de la categoría. Así, parece inexplicable que el conjunto del Borussia Park se haya metido en el pozo de la tabla y quizá lo más sorprendente, que el entrenador Frontzeck no haya sido destituido, cosa que nos alegra evidentemente porque desde este blog no deseamos el mal a nadie. El proyecto del Borussia es competitivo y atractivo, con jugadores muy conocidos por el público en general; El venezolano Arango, ex jugador del Mallorca o el ya nombrado Michael Bradley, una de las estrellas en el mundial. En ataque cuenta con Igor de Camargo y Raul Bobadilla, dos delanteros consolidados y con buenas cifras goleadoras, además de las dos promesas Marco Reus y Patrick Herrmann.

No es entonces un problema de calidad y si de la defensa, una zaga que ha permitido la escandalosa cifra de 42 goles encajados en 15 encuentros, casi una media de tres por partido. Con ese déficit es normal que las cosas no salgan bien y por tanto es la clave para que el rumbo del Gladbach empiece a cambiar. Una defensa que además no ha conseguido ser fija durante el inicio de temporada, con los problemas físicos de su máximo valuarte defensivo Roel Brouwers, Frontzeck no ha conseguido diseñar una línea que se acople y de buenos resultados. A estas alturas de campaña y con el Schalke a seis puntos, ya no valen las lamentaciones y se debe espabilar ya si no se quiere repetir el fiasco de 2007 cuando el club de la Westfallia descendió a segunda. A reacción debe venir ya, aunque solo sea por darle una alegría a la pasional hinchada del Borussia Park que pese a la decepcionante temporada, sigue llenando su templo futbolístico.


Autor: Dani Garcia

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