Gross fuera, Keller a escena

Estaba cantado, era cuestión de tiempo y como es normal, mejor antes que tarde. El suizo Cristian Gross tenía los minutos contados al frente del banquillo del Stuttgart y como viene siendo habitual por el club de la Baden-Wurthemberg, la destitución del entrenador parece ser la única formula para remontar la crítica situación. Y es que el momento que atraviesa el club en el aspecto deportivo era insostenible, solo tres puntos de 21 posibles sin haber atravesado un calendario demasiado exigente. Solo la Europa League conseguía amenizar un poco las cosas donde los resultados están siendo más positivos (dos victorias en los dos encuentros). En este contexto, la solución estaba clara y más cuando en los últimos años siempre ha funcionado el relevo en el banquillo para conseguir buenas clasificaciones, así que este año, el presidente Erwin Staudt no ha tardado en poner en marcha su plan renove.

El sustituto de Gross será el ex futbolista del club Jens Keller, un hombre de la casa que estuvo al cargo de las categorías inferiores y como segundo entrenador del suizo. A sus 40 años, es su debut como entrenador en la Bundesliga, una competición que bien conoce como jugador con más de 200 encuentros con las camisetas de su actual club, del München 1860, del Wolfsburg y del Köln. Su experiencia como defensa de primer nivel podrá ayudar a contrarrestar uno de los problemas que arrastra el equipo, los goles encajados que ascienden a 15 en total. El ataque sin embargo parece ser lo único positivo que se puede extraer de el pésimo arranque liguero, donde el ruso Pavel Pogrebnyak está entre los máximos anotadores y el serbio Kuzmanovic asumiendo responsabilidades. Parece más una cuestión de mentalidad que el Stuttgart sea el colista de la competición y eso tratarán de conseguir con la llegada del nuevo técnico.

Keller tendrá su primera prueba de fuego el próximo sábado donde se verán las caras los dos peores equipos del inicio, dos equipos curiosamente llamados a estar en lo más alto y se están viendo superados por las circunstancias. El Schalke de Magath pondrá a prueba el proyecto de los sureños, que deberán partir con la baja de su mejor defensa, Mathieu Delpierre. Será un duelo dramático por salir del descenso, una aspiración que no entraba en sus planes pero que se ha convertido en su realidad. Los mineros de Gelsenkirchen no son a priori los mejores rivales para iniciar el ascenso a los puestos europeos, pero los resultados deben llegar de manera inmediata sino quieren verse con más problemas de los que atraviesan. Por tanto, el partido del sábado reúne todos los componentes para que pueda ser calificado como una final, veremos si se efectúa ese dicho de “entrenador nuevo, victoria segura”

Autor: Dani Garcia
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