Las rachas se incrementan

Uno venía motivado, el otro inexplicablemente no, uno tenía ganas de jugar y el otro salió a verlas venir, uno está más arriba de lo esperado y el otro más debajo de lo que podíamos preveer. Con estos alicientes, el resultado fue el que se esperaba y el Borussia Dortmund se llevó el clásico de esta séptima jornada liguera, un resultado más que merecido  para el mérito de unos y otros durante el transcurrir de los noventa minutos.

Y es que este joven equipo del Westfallenstadion trata de realizar la gran gesta que se les resiste desde 2002 y ser la alternativa a un posible pinchazo del sorprendente líder, que sigue siendo el Mainz. Los argumentos son sólidos, en estas siete jornadas se han impuesto al Stuttgart, Wolfsburg, Schalke y en la última jornada al Bayern de Munich, que en ningún momento se hizo acreedor de los tres puntos.

Sacó no obstante Van Ghal a su equipo de gala, o el equipo que puede disponer ante las bajas de sus dos puñales; Ribery y Robben, dos jugadores que se echan de menos en los planteamientos del técnico holandés, con el hispano-germano Mario Gómez en detrimento del croata Olic. Precisamente fue el ex jugador del Stuttgart quien tuvo la primera ocasión al rematar una falta en el minuto seis. De igual manera, el internacional tuvo al borde del descanso dos ocasiones muy claras para haber adelantado a los suyos pero se contagió de la falta de gol que está teniendo el conjunto bávaro. Por su parte, el Borussia mantuvo el control del partido y de vez en cuando daba algún que otro susto en la portería de Butt. Una primera parte igualada y algo tosca que no hacía preveer un desenlace tan claro como el que tuvo.

Salio el equipo local con el ansia de querer borrar las posibles dudas creadas frente al Sevilla y por la vía rápida lo consiguió. Primero Barrios con un remate que despistó al portero Butt tras golpear en Badstuber, después en una magistral falta botada por el centrocampista Nuri Sahin. Un golazo que dejó petrificada a la afición muniquesa y que levantó de sus asientos a los 82.000 espectadores que abarrotaban el Signal Iduna Park. Es la sexta victoria consecutiva para el equipo de Jurgen Kloop que se asienta en la segunda plaza y deja en una situación alarmante a los bávaros, decimosegundos en la clasificación de la Bundesliga. Como raras veces pasa en el mundo del futbol, el teórico grande sufragó ante el aspirante y las sensaciones quedarán en estás dos semanas hasta que se dispute la próxima jornada, de momento, las rachas opuestas siguen in crescendo.

Autor: Dani Garcia

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