El que lo sigue, ¿lo conseguirá?

Su tercera temporada en la Bundesliga y de la misma manera que en todas, apunta a conseguir entrar en los puestos de privilegio. Hablamos del Hoffenheim, uno de los equipos más extraños que hay en Europa ya que está situado en un barrio de muy reducidas dimensiones en Sinsheim, dentro de la Baden-Würthemberg. Su historia en la primera categoría alemana es reducida pero intensa, en 2008, año de su estreno en la élite, realizado una primera vuelta para enmarcar hasta que una lesión duradera apartó del terreno de juego a su máxima estrella por entonces, el bosnio Vedad Ibisevic. A partir del parón invernal, los azules iniciaron un declive que le llevó a salir de los puestos europeos. La temporada pasada también estuvieron tanteando los primeros puestos pero no hubo manera de alcanzarlos a pesar de seguir manteniendo el bloque que tan buenos resultados le dio.

Esta temporada se señaló desde el principio como clave para intentar consolidar su objetivo; disputar la Europa League. Pintaba complicado cuando perdieron a Carlos Eduardo en el mercado de verano, una de sus estrellas más emergentes, pero los cerca de 20 millones que el Rubin Kazan pagó por el mediocentro se han distribuido bien. Llegó el joven islandés Gylfi Sigurdsson para substituir al brasileño y parece que la apuesta ha sido más que acertada ya que no solo han ganado en gol sino también en jugadas de estrategia. También el joven alemán de origen africano Peniel Mlapa que ha llegado para hacer competencia con Ibisevic y Demba Ba, el auténtico referente ofensivo en los esquemas de Ralf Rangnick. La manija del equipo la suele llevar el bosnio Salihovic, el gran referente en ese medio del campo mientras que en defensa destaca el poderío del tridente Compper-Simunic-Vorsah.

De momento, las cosas están funcionando con creces ya que el equipo de la Baden-Würthemberg es tercero. Pocos puntos se escapan del Rhein-Neckar Stadion y fuera de casa desarrollan un atractivo futbol basado en la rapidez y el contragolpe de sus veloces atacantes. Por tanto, argumentos hay de sobra para confiar en este equipo y se espera que este sea el año del Hoffenheim, el año que tanto ansía una afición que hace unos años estaba acostumbrada a jugar en campos regionales y que sin apenas tiempo para digerirlo se ha visto entre los grandes del futbol alemán, incluso con la necesidad de cambiar de estadio para albergar la afluencia masiva de gente. El proyecto está cuajando, pero no será una realidad hasta que los mejores equipos de Europa pasen por su estadio aunque si siguen demostrando el mismo potencial, no tardará en llegar ese momento. Como se dice popularmente: el que la sigue…

Autor: Dani Garcia

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