Probablemente es el proyecto con más inversión que menos rendimiento está sacando a sus jugadores, más decepcionante incluso que el Schalke o el Stuttgart. Un equipo confeccionado para repetir la gesta de 2009 y que mantiene la base del equipo que logró coronarse campeón de Alemania a contrapronóstico. Hablamos del VFL Wolfsburg, que dirige todavía un cuestionado Steve McClaren y que ya no solo ha cosechado resultados pésimos, también ha desatado conflictos absurdos en el mismo seno de la plantilla. La pelea que hubo hace unos días entre el brasileño Diego y el defensa Sasha Riether dan muestra de la tensión que se respira en la ciudad de la Volkswagen, así como el aislamiento que está viviendo el italiano Andrea Barzagli a causa de los enfrentamientos que ha enlazado con el ex entrenador del Twente y ex seleccionador inglés. Por si fuera poco, el defensa internacional Arne Friedrich continua lesionado y sin debutar oficialmente con la camiseta de los lobos.
Como confesó el mismo McClaren en el Fantalk habitual que todos los años se monta para que la afición charle amigablemente con el entrenador, “estos cuatro meses han sido muy duros, pero llegarán los éxitos”. La confianza se ha demostrado, pero en estos casos conviene sacar resultados inmediatos porque igual que viene, se va. Si echamos un vistazo a los resultados en casa, tres victorias se han conseguido contra Stuttgart, Hannover y Freiburg. Pero lo más llamativo es que en los otros encuentros como locales donde no se consiguió la victoria, en todos llegó a tener dos tantos de diferencia a su favor. Contra el Mainz se desperdició un 3-0 y acabó derrotado por 3-4, la visita del Bayer Leverkusen fue similar ya que al minuto 65 ganaban 2-0 y terminaron 2-3. Por último, el pasado sábado contra el Schalke se desaprovechó un 2-0 que finalizó con empate, tres remontadas que no se deben permitir si se quiere aspirar al titulo de liga.

Autor: Dani Garcia
Correo: lodanigranota@hotmail.com
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