Diversos factores pueden influir en un mal arranque de campaña; poco acople de los nuevos fichajes, bajo estado de forma o divergencias con las exigencias de los entrenadores. Pero llegados a este punto, si un conjunto está en la zona de abajo y con malas sensaciones para lo que resta de temporada, la situación ya no puede llamarse “casual” y si catagolarla como desastrosa. Werder Bremen y Stuttgart se ven involucrados en ese negro panorama y si no llega un cambio radical en este próximo mes de Febrero, se pueden ver en medio de un gran lio como ya le sucediera a entidades como el Hertha sin ir más lejos, al Kaiserslautern o al Borussia Mönchengladbach cuando descendieron a segunda. Dos conjuntos que iniciaron la temporada en Europa y con grandes perspectivas para esta, pero que se han visto marginados a la cola de la tabelle. Plantillas con gran potencial económico, pero con un juego soso, sin ideas y con malos resultados.
El equipo, cuya situación es más peligrosa, es el Stuttgart, que desde se ha visto involucrado en el pozo de la clasificación. Tan solo alguna victoria contundente contra el Borussia Mönchengladbach y el Werder Bremen precisamente, dejan un cierto margen para la salvación. Eso sí, la sensación que muestra en cada jornada es de ser un equipo que va a la deriva, tres entrenadores han pasado por el banquillo del Mercedes-Benz Arena; Cristian Gross, Jens Keller y actualmente Bruno Labbadia. Pero ninguno de los tres ha dado el rumbo necesario al conjunto del sur para salir de la zona peligrosa. La mala temporada de algunos futbolistas clave como Cacau, que no ha tenido regularidad por lesiones, o la defensa en general acentúa la mala dinámica. Mientras dos jugadores cedidos como Rudy y Schieber, en el Hoffenheim y Nürnberg respectivamente, están demostrando su calidad jornada tras jornada.
Algo mejor, o menos mala, es la campaña que está cuajando el Werder, pero si comparamos con el nivel de su plantilla y el presupuesto de la entidad hanseática, ni mucho menos se le puede atribuir algún calificativo positivo. La perdida de Mesut Özil no debería haberles pasado tanta factura, menos con los buenos refuerzos que han llegado para mejorar el proyecto. Ni Arnautovic ni Pizarro consiguen cierta regularidad goleadora, y su mejor delantero Hugo Almeida fue traspasado al besiktas en una operación que dejó sorprendidos a todos sus aficionados. La característica en los planetamientos de Schaaf era arriesgada, suplir con poderio ofensivo las carencias de la zaga, pero si el ataque no funciona, el desastre es inminente y eso es lo que acusa el actual Werder. Conseguir la salvación cuanto antes y reconstruir un proyecto con gente jóven y consolidada en el futbol alemán deben ser los objetivos a corto plazo, eso sí, muchos casos nos indican que del descenso no puede librar nadie si no se hacen las cosas bien.
Correo: lodanigranota@hotmail.com
Es una pena, hace poco esto equipos estaban en la parte alta de la liga.
ResponderEliminarHace un par de años estuve viendo al Werder Bremen aqui en Bilbao, viendo a Ozil, Marin y al gran Frings
Hace demasiado poco, estos dos equipos han jugado Europa este año, quizá al Werder le ha pasado factura psicológicamente la humillante participación en Champions. Es todo díficil de explicar, pero no son los primeros casos de proyectos económicos importantes que no consiguen los frutos deseados.
ResponderEliminarMenudo recital dió el Werder en San Mames, 0-3 fue no?